UN MOMENTO
La importancia de la educación de los niños para que digan siempre la verdad se ve sobre todo cuando son adultos y cuando están metidos en la vida de la sociedad y en sus relaciones profesionales o de cualquier orden.
Educar para la verdad. Cuando se le dice al niño no digas mentiras, cuando se le pide a los padres que den testimonio de verdad en todo momento a los hijos, los estamos educando para tener una justicia y una verdad en medio de la sociedad. Porque cuando encontramos políticos que mienten, médicos que hacen daño y no dicen la verdad total, comunicadores que lanzan falsedades al aire, cuando encontramos cualquier tipo de engaño en medio de nosotros, sabemos cuánto daño hace la mentira.
De ahí que la educación para la verdad es siempre una educación necesaria y hemos de recordar que los que estamos acostumbrados a tratar siempre la verdad, no hemos de cansarnos de seguir educando y afirmándola, aunque encontremos hombres y mujeres mentirosos, porque a la larga o a la corta, la verdad siempre triunfa y la mentira queda al descubierto.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.
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