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domingo, 6 de febrero de 2011

EL PAPA ORDENA CINCO OBISPOS EN EL VATICANO


Al presidir esta mañana la ordenación episcopal de cinco nuevos obispos, el Papa Benedicto XVI señaló que los pastores en la Iglesia Católica no deben servir al espíritu que domina las épocas sino que deben cumplir su misión, con solidez, de abrir las puertas del mundo a Dios.

En la homilía que pronunció en la Basílica de San Pedro, el Santo Padre dijo que "el pastor no puede ser como paja en el pantano que se dobla con el soplo del viento, un siervo del espíritu de la época".

"El ser intrépido, el valor de oponerse a las corrientes del momento, pertenece de modo esencial a la tarea del Pastor. No debe ser como paja en el pantano, sino que debe ser como un árbol que tiene profundas raíces en las cuales está cimentado".

Tras recordar que "la mies es abundante pero son pocos los trabajadores", el Papa señaló que "el trabajo en esta mies, en el campo de Dios, en el campo de la historia humana es llevar a los hombres la luz de la verdad, liberarlo de la pobreza de verdad, que es la verdadera tristeza y la verdadera pobreza del hombre".

Seguidamente advirtió que los seres humanos viven profunda y constantemente el anhelo de lo bueno, la "nostalgia del Redentor, de Dios mismo, incluso cuando Él es negado".

"El Señor nos permite comprender que no podemos ser simplemente nosotros solos quienes mandemos operarios a su mies, porque no es una cuestión de management (administración), de nuestra propia capacidad organizativa. Los operarios para el campo de su mies los puede mandar solo Dios mismo".

Seguidamente y recordando el lema de la recientemente celebrada Semana de la Unidad de los Cristianos, el Papa dijo que la labor del Obispo también tiene como ejes: la enseñanza de la fe de los apóstoles, la comunión, la fracción del pan y la oración.

La enseñanza de los apóstoles, centrada en la Palabra de Dios, "es la base segura sobre la que podemos construir la casa de nuestra fe, de nuestra vida. Y nuevamente la estabilidad y lo definitivo de esto que creemos que no significa rigidez".

Sobre la comunión Benedicto XVI resaltó que está debe vivirse "en todas las dimensiones de la vida cristiana y eclesial". "Dios se ha hecho visible para nosotros y tangible, y así ha creado una comunión real con Él mismo".

"Entramos en esa comunión a través de creer y vivir juntos con quienes Lo han tocado. Con ellos y a través de ellos nosotros mismos de algún modo Lo vemos y tocamos a Dios que se hace cercano. Así la dimensión horizontal y la vertical se entrelazan inseparablemente una con otra".

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