En semanario Camino, la jerarquía católica advierte que el pueblo no soporta pesadas cargas
SANTIAGO.- La Iglesia Católica mostró preocupación ante la posibilidad de que el pueblo se desplome, como consecuencia de lo que considera “pesadas cargas” que se le impone desde diferentes instancias del gobierno, sin que pueda soportarlas.
La consideración está consignada en el editorial de este domingo del semanario Camino, vocero escrito de la Conferencia del Episcopado Dominicano, que tiene como título ¡Cuidado!
El periódico hace un paralelismo entre lo inclemente que eran contra los burros sus dueños hace 50 años, a los que colocaban cargas que no podían soportar y lo que le ocurre en la actualidad a la mayoría de los dominicanos.
Recuerda que, en ese ambiente, era común ver la escena de burros tirados en el suelo como protesta ante el abuso cometido por su amo al ponerle más carga de la que ellos podían soportar “y, aunque los mataran a palos, no se levantaban mientras no se sentían ligeros de equipaje”.
“En este 2011 nos encontramos con otra realidad pesada, pero con un cambio de actores. Ahora los sectores más pobres de la sociedad dominicana sienten en carne viva que la carga que llevan sobre sus espaldas es muy fuerte, y se resisten a soportarla”, indica el editorial.
A juicio del semanario Camino la crisis económica que sufren los dominicanos “está disminuyendo de forma dramática su calidad de vida, mientras que los principales servicios públicos se deterioran cada vez más”. “Frente a este hecho consumado surge la privatización de los mismos dejando como única salida que cada ciudadano resuelva su problema buscando una salida individual”, sostiene.
Tras indicar que el ciudadano común tiene que agenciarse el disfrute de servicios como electricidad, agua potable y educación, Camino dice que “lo más peligroso de esta situación es que el pueblo se eche, se desplome, porque entonces llegarían horas inciertas”.
De acuerdo al vocero escrito de la Iglesia Católica, todavía se está a tiempo de cambiar este panorama “pues tenemos los recursos suficientes para dejar atrás la exclusión social que padecen tantos dominicanos”.
“Es hora de sembrar aliento, pero fundamentado en la justicia. La deuda social que tiene el Estado con la población y que su pago se ha aplazando por décadas no aguanta más demora”, concluye.
Paralelismo
El periódico pone un ejemplo de lo inclemente que eran contra los burros sus dueños hace 50 años, a los que colocaban cargas que no podían soportar.
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