UN MOMENTO Mons. Ramón Benito De La Rosa Y Carpio
Cuando hablamos del Día Mundial de la Salud normalmente nos vamos a referir a las enfermedades del cuerpo, las enfermedades físicas, pensaremos en clínicas, pensaremos en hospitales que se ocupan de dar la salud a los que tienen este tipo de enfermedades, pero indiscutiblemente que la enfermedad física no es la única enfermedad del ser humano.
Por eso, el Día Mundial de la Salud nos invita a pensar en la salud psicológica. ¿Cuántas personas necesitan al médico del alma, al médico que le ayude a resolver los problemas de su mente, los problemas de su voluntad y de sus emociones? La salud ha de llevarnos a pensar en la salud psicológica y a no pensar que una persona necesita un psicólogo o un psiquiatra porque está loco, sino porque tiene dificultades.
Todo ser humano necesita al psicólogo o al psiquiatra simplemente por ser humano, porque necesita la salud de la psique y necesita al psicólogo. Y lo mismo ha de decirse de la salud espiritual: cuántas personas están enfermas espiritualmente y necesitan un médico espiritual, necesitan los medios para poderlo resolver.
No olvidemos que al sacerdote se le llama médico del alma; hay médicos del cuerpo, médicos del alma y médicos de esa dimensión del ser humano hondo. Por eso, en el Día Mundial de la Salud recordemos que la salud abarca más enfermedades que las simplemente físicas o corporales.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.
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