El Santo Padre llegó al aeropuerto internacional de La Habana a las 3:51 p.m. hora local. El fuerte viento hizo volar su solideo pero pudo recuperarlo. Fue recibido por el Presidente de Cuba, Raúl Castro, y el Arzobispo de La Habana, Cardenal Jaime Ortega. El Papa también recibió el saludo de un grupo de seis niños con quienes conversó brevemente.
Tras las palabras de Castro, el Papa pronunció su primer discurso en tierras cubanas. Agradeció a los que han hecho posible esta visita y recordó que «hoy renovamos estos lazos de cooperación y amistad para que la Iglesia siga acompañando y alentando al pueblo cubano en sus esperanzas y en sus preocupaciones, con libertad y con los medios y espacios necesarios para llevar el anuncio del Reino hasta las periferias existenciales de la sociedad».
El Pontífice pidió a Castro saludar a su hermano Fidel y mencionó «a todas aquellas personas que, por diversos motivos, no podré encontrar y a todos los cubanos dispersos por el mundo».
El Papa recordó los 80 años de relaciones diplomáticas con Cuba así como «las huellas indelebles del camino abierto por los inolvidables viajes apostólicos que realizaron a esta Isla mis dos predecesores, San Juan Pablo II y Benedicto XVI».
«Este viaje apostólico coincide además con el I Centenario de la declaración de la Virgen de la Caridad del Cobre como Patrona de Cuba, por Benedicto XV. Fueron los veteranos de Guerra de la Independencia, movidos por sentimientos de fe y patriotismo, quienes pidieron que la Virgen mambisa fuera la patrona de Cuba como nación libre y soberana», dijo luego.
Desde entonces, prosiguió, la Virgen de la Caridad del Cobre ha acompañado a los cubanos «sosteniendo la esperanza que preserva la dignidad de las personas en las situaciones más difíciles y abanderando la promoción de todo aquello que dignifica al ser humano. Su creciente devoción es testimonio visible de la presencia de la Virgen en el alma del pueblo cubano».
Tras señalar que él también irá como peregrino al Santuario de la Virgen del Cobre, el Papa se refirió a la «vocación natural» de Cuba como «punto de encuentro» y reiteró el llamado de San Juan Pablo II para que «Cuba se abra con todas sus magníficas posi
bilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba».
Francisco se refirió luego al restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos y, citando al conocido poeta cubano, José Martí, dijo que ese hecho «es un signo de la victoria de la cultura del encuentro, del diálogo, del ‘sistema del acrecentamiento universal… por sobre el sistema, muerto para siempre, de dinastía y de grupos’».
El Papa exhortó a seguir en ese camino para ser ejemplo de paz porque «el mundo necesita reconciliación en esta atmósfera de tercera guerra mundial por etapas que estamos viviendo».
«Pongo estos días bajo la intercesión de la Virgen de la Caridad del Cobre, de los beatos Olallo Valdés y José López Piteira y del venerable Félix Varela, gran propagador del amor entre los cubanos y entre todos los hombres, para que aumenten nuestros lazos de paz, solidaridad y respeto mutuo. Nuevamente, muchas gracias, Señor Presidente», concluyó.
Fuente: Infocatolica
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